¿Como ser antisistema?
O mejor dicho: ¡Pro nuevo sistema limpio y sano!
¿Qué es ser antisistema? ¿Cómo sabes si lo eres?
Si eres capaz de ver que el sistema en el que vivimos, el cual defienden nuestros gobiernos, multinacionales, bancos, medios de comunicación masivos, y personas ciegas y o maliciosas; es igual a: muerte, genocidio, guerra, envenenamiento, enfermedad, mentira, esclavitud, ignorancia, locura, debilidad mental, etc... Y lo rechazas; entonces, solo por ver-lo y rechazar-lo, ya eres antisistema.
Entonces piensas: ¿Qué puedo hacer yo? ¿Cómo puedo mejorar el mundo? ¿Cómo podemos derrotar a estos asesinos psicópatas que nos gobiernan?
Si sales en la tele con rastas y un pañuelo palestino lanzando cócteles molotov a la policía y quemando contenedores, aunque lo hagas luchando contra el sistema, tu acción acaba defendiendo a este.
Si la alternativa al sistema es algo radical y considerado sucio y libertino por la gente que podría despertar, pero que no encuentra la llave de la puerta, seguirán sin encontrarla.
El capitalismo, el comunismo, el ateísmo, el catolicismo, etc... Son estructuras rígidas de pensamiento y llenas de normas básicas. Nada que sea impuesto y inviolable va a traer el sistema equilibrado que nos libere a todos. La gente quiere Libertad, Seguridad y Abundancia. Y el nuevo sistema debe cumplir con estas tres normas sin que una implique recortar la otra.
El mundo es un reflejo de nuestra conciencia colectiva. Por eso, para cambiar el sistema hay que cambiar las conciencias. Esto es algo que depende del despertar de cada uno y de que los despiertos hagan su trabajo. No podemos pedir la paz en el mundo si a nivel personal no tenemos esta. Para arreglar el mundo, primero debemos arreglarnos nosotros mismos. Esto último suele ser el gran error: Predicar lo que uno no es, mirar hacia afuera antes que hacia adentro.
El trabajo de los despiertos no es evangelizar, ni predicar, ni imponer. En la mayoría de los casos es sutil, y es solo cuestión de tener un comportamiento limpio y harmónico, y de estar ahí para quien necesite, de corazón, de ti.
¿Cómo hacer caer el sistema para que pueda surgir el nuevo?
- Primero de todo hay que limpiarse y equilibrarse. Sánate a ti mismo antes de ponerte a sanar a los demás. Una vez sano, tu solo comportamiento en el día a día, tu forma de hacer, tu sonrisa, tus decisiones, será la mayor luz que puedas difundir. !No prediques la luz, sé la luz!
- Aprende a diferenciar entre claro y oscuro; tanto en personas como en instituciones. Esquiva lo oscuro, no le des de comer. Si se abren tráelos hacia la luz, sino ignóralos o párales los pies.
- Rechaza todo tipo de violencia. Tu arma eres tú y tus palabras.
- No consumas fuentes oficiales de información: Televisión, periódicos y radio. Consumiendo estos legítimas su “verdad” y te intoxicas. Y si los consumes que sea para ver lo que te están vendiendo, manipulando, omitiendo, o directamente mintiendo. Infórmate en Internet y en medios independientes, y siempre sin creerte nada al 100%.
- Aprende a ver como la televisión te programa - patrones y creencias - y como te despista - desvío de atención-. Aprende también a identificar los mensajes hechos para desprogramarte y liberarte, básicamente presentes en películas y series de televisión.
- No creas que no hay energías alternativas limpias e ilimitadas. Estas están llamando a la puerta hace tiempo, solo es cuestión de que haya suficiente gente lista para abrírsela.
- No consumas energías alternativas falsas. Como por ejemplo: el biodiesel, el cual ha provocado el aumento de muerte por desnutrición.
- A la hora de consumir consume lo que necesites, ni más, ni menos. “Lo que necesites” no solo es techo y comida, también es vivir con calidad y abundancia sana. No seas radical. Fíjate, lo que puedas, en donde compras, a quién le das tu dinero.
- No te compres una vivienda si tu nivel adquisitivo no es el adecuado. Tener una propiedad, la cual no la tienes, ya que es del banco hasta que la acabes de pagar, no puede conllevar que sufras mes a mes durante muchos años, no quedándote margen para vivir; provocando infelicidad, frustración y que no tengas margen para nada más: viajes, estudio de tus hijos, etc... Si tu vivienda te chupa tu salud vivirás sin calidad de vida, y lo primero es la salud; sino pregúntale a los que están enfermos.
Si la sociedad compra a precio de esclavitud, entonces se convierte en esclava. Si la sociedad no compra, como hay necesidad de producir y de vender, entonces los precios no suben y se ajustan a un precio justo.
El sistema cambiará, y todos podremos volver a comprar a precio justo, como hicieron la mayoría de nuestros padres. Cuando toca esperar, se espera.
- No creas en la constitución de tu país. Casi nunca se cumple el artículo referente a que todos somos iguales ante la ley -depende del dinero que tengas, de los amigos que tengas o de la información secreta que poseas -, o el de que todos tenemos derecho a una vivienda y un trabajo digno. Además, suele faltar un párrafo: El de que por encima del gobierno de tu país mandan los bancos y otras instituciones oscuras, las cuales no puedes votar.
- No te creas el terrorismo. Este está patrocinado por algunos de nuestros “salvadores” y su motivo de vida es que nos entreguemos a un sistema fascista totalitario a cambio de seguridad, y de que no despertemos.
- No tengas miedo a decir que las torres gemelas las tiró Bush y compañía, que la reserva federal es privada y que lo que imprime es deuda = poder; que el FMI, BM y OMC con su poder matan millones de personas y por lo tanto son instituciones malignas; que el SIDA existe, pero no por las causas que nos han contado; que la enfermedad nace en la infelicidad y falta de armonía, y no en los virus y en los defectos de la naturaleza; que la monarquía no tiene ningún sentido; que el sistema bancario es ladrón, con permiso o sin del gobierno; que no existe la verdadera democracia ya que los gobiernos están atados o son cómplices de los que verdaderamente mandan; que en el Universo seguro que hay muchos otros planetas habitados, cuestión de lógica; etc...
Eso sí, di todas estas cosas cuando estés preparado para decirlas. Si lo haces sin estarlo; la respuesta en forma de ataque que puedes recibir te puede dañar. No seas mártir, primero ocúpate de ti mismo.
- No creas a los políticos de toda la vida. Estos suelen estar ciegos, o luchan por sus intereses particulares, o por sentirse importantes, o por todo a la vez. Fíjate en su mirada, en su sonrisa, en su sentido del humor. Hay que si que están despiertos y que están actuando y jugando para conseguir cambiar el sistema desde dentro.
A la hora de votar haz lo que sientas:
Si votas a los partidos de siempre, legitimas el sistema.
Si no votas puede que contribuyas con tu abstención a que gane el más malo de todos. Estos siempre votan unidos.
Si votas puede que coloques en el gobierno a alguien que piense como tu y que haya sido suficiente hábil como para llegar a la cima sin ser eliminado. Esto parece un sueño, pero puede suceder. Aunque luego no esperes que lo cambie todo de la noche a la mañana, esto no suele ser posible; hay que trabajar mucho por debajo de la mesa y paso a paso.
Si no votas puede que haya tanta abstención que en realidad eso produzca el cambio deseado.
- Llénate de información sobre la verdad. Compártela con todos aquellos dispuestos a escuchar. Esta será tu espada Jedi.
- Por mucho que leas y escuches, saca tus conclusiones de tu propia experiencia personal. Que aquello en lo que creas sea sólido para ti, ya que lo hayas vivido.
- Actúa y vive como sientas, sin rigideces mentales y sin seguir manuales. Sé feliz, ríete de las cosas, y disfruta de la vida. Desde la amargura y el enfado continuo no se puede defender la luz. Esto pasa por encima de las anteriores reglas.
- Abre tu mente a nuevas creencias, a un nuevo mundo sano y limpio con Libertad, Seguridad, y Abundancia. No limites tus creencias. Se crees en este nuevo, y te mueves hacia él, este te será dado.
Ser antisistema, o mejor dicho, pro nuevo sistema limpio y sano, se es siendo armonía, siendo luz, viviendo despierto, de corazón, sabiendo identificar el mal, estando para los que necesiten, de corazón, algo de ti; pero no como misionero, sino como compañero.
Carles Gallego ©2009
www.carlesgallego.com