Carles Gallego

¿Cómo nos manipula la televisión? ¿Están implicados en esta manpulación los que trabajan en ella?

En el análisis de sueños se estudian las escenas: personajes + ambientación + comportamiento + acción. Así recibimos mensajes sanadores orientados a nuestra mejora de calidad de vida y nuestro crecimiento personal. Y estos mensajes actúan consciente y inconscientemente.

Pues bien, cuando nos ponemos a ver la tele, normalmente en el sofá de casa, nos relajamos, y nos dejamos llevar. Subconscientemente interpretamos lo que vemos de una manera similar a los sueños; y estos falsos sueños no suelen estar orientados a sanarnos y a ayudarnos en nuestro crecimiento.

En la televisión, una situación "A" con un comportamiento "B" más una acción determinante "C" lleva a "D", y "D" es igual a felicidad. Sin darnos cuenta asumimos la creencia de A+B+C=D y la imitamos. Lo peor de todo es que al no conseguir A, o B, o C, nos frustramos y nos deprimimos. Y lo peor de todo, aun más, es que conseguir "D" no suele ser igual a felicidad.

La televisión impone lo que es real y lo que no, lo que es "guai" y lo que no, que tipos de grupo de pensamiento hay y cuales son los que van en contra. Esta define todas las posiciones que puedes tomar. Lo que no sale en la tele no es creído por gran parte de la masa social.

Viendo una escena de Ventdelplà - un culebrón catalán - en que un chaval de unos 12-13 años - en Biel - se comportaba como un auténtico descerebrado egoísta, con la excusa de "soy adolescente;" una persona con la que comenté esas escenas me dijo que eso reflejaba la realidad; y yo pensé: ¿Refleja la realidad o la crea? ¿Toda esa tontería de dónde sale? ¿Si yo tuviera 12 años y viera a ese niño comportarse de esa manera qué conclusión sacaría? Quizá pensaría: "Pues yo también voy a ser un imbécil egoísta, como al ser adolescente tengo excusa para serlo, y además si no lo hago no seré "normal"; ya que creo que lo que hay en la tele es normal y lo demás no".

¿Y si como niño, ves series de niños pequeños, los cuales se suelen portar bastante mal, provocando curiosamente que los padres y los demás adultos rían su comportamiento y estos sean muy populares y queridos; qué pensarás? ¿Qué aprenderás? ¿Por qué es gracioso un niño "rompehuevos" en la tele y en la vida real no hay quien lo aguante?

Y si como adolescente ves series de instituto donde ser virgen a los 16 es la mayor vergüenza del mundo, donde sino fumas porros eres un bicho raro y para ser popular y querido hay que ser una machote egoísta o uno respetuoso, pero también machote - entiendo por "machote" la parte "estúpida" de este canon de comportamiento-. ¿Y las chicas, cómo salen en la tele? ¿No nacerán de ahí los complejos físicos?.

¿Y las parejas? ¿Por qué siempre se pelean? ¿Cuantas parejas felices salen en las series de televisión? ¿Por qué en algunas series de TV discutir es divertido cuando en la vida real resulta que es una mierda? ¿Por qué cuando una pareja llega a un punto de entendimiento muy feliz ya no sale más en la serie? ¿Por qué si son felices se cambian de pueblo, ciudad o empresa? ¿Por qué cuando esa pareja vuelve a salir en la serie se rompe o uno de los dos, en el momento más feliz de su relación, muere asesinado? ¿Cómo afecta a nuestras relaciones de pareja la tele? ¿Cómo afecta esta al miedo de que se rompan los momentos felices?

¿Y por qué salen tantas enfermedades en la tele? ¿Por qué se nos cuenta que el cuerpo humano es débil y aleatorio?, ¿y que hay enfermedades incurables? Cuando resulta que las enfermedades nacen de la infelicidad, de las creencias negativas y del envenenaniemto.

Y las noticias. ¿Por qué están distorsionadas? ¿Por qué hay cosas que son tabú y no se tocan? ¿Por qué se dicen medias verdades? ¿Por qué ángeles son demonios y viceversa? ¿Por qué si Bush -ex jefe visible del mundo - se pilla una súper cogorza en los juegos olímpicos eso no sale? ¿Y si se la pilla la Paris Hilton nos lo ponen hasta en la sopa? ¿Por qué los movimientos que realmente son antisistema no salen?

La mayoría de los guionistas, no están metidos en el ajo; evidentemente. Lo que pasa es que están absorbidos por los sistemas de creencias establecidos, y también pasa que tienen que llegar a fin de mes. En las noticias pasa lo mismo, pero ahí hay más conciencia de lo que se hace. Muchos de los presentadores tienen suficiente información y conciencia como para saber si mienten o si trabajan para los intereses de alguien. Los presentadores no involucrados concientemente o no se enteran de que va la película - en parte por que no quieren - o son excesivamente ingenuos.

Parece mentira, y es duro darse cuenta, pero uno de los males de la humanidad es la ingenuidad.

Por encima de los trabajadores de la tele están los directivos. Y estos saben más lo que hacen. De hecho, la lucha por parte de grupos económicos, para obtener representación en los medios de comunicación suele ser para poder vender sus creencias.

¿Cómo reconocer como te está atacando la televisión? Primero hay que apagarla y empaparse de información libre disponible en internet. Una vez hecho este proceso, hay que encenderla otra vez para comparar los nuevos conocimientos con lo que se te está mostrando.

La televisión no es la realidad. Se ha tenido la creencia de que esta refleja todo lo que pasa en el mundo y en la sociedad. Y no es así. Esta nos vende muerte, confrontación, enfermedad; en resumen, miedo. Un solo pederasta o un solo mega atentado valen para que todo el mundo lo viva como si hubiera pasado al lado de su casa y eso fuera el pan de cada día. Y lo peor de todo es que el pederasta o el terrorista tienen detrás moviendo los hilos los mismos que tienen detrás las televisiones.

En la televisión no se cuenta la verdad sobre el 11S y sobre por què África está como está. Hasta que la verdad no salga en la televisión esta no será creída por la gran masa. ¿O será al revés? Pronto lo veremos.

Por suerte también hay cosas buenas en la tele. O dentro de las cosas malas hay mensajes buenos.

!Al final de esta historia, las armas de oscuridad se transformaran en armas de luz! !Pronto lo veremos!

Carles Gallego ©2009
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